Por Itzel Grajales

 

Tuxtla Gutiérrez.- Por una deuda de 35 mil pesos del impuesto predial, la Coordinación de Política Fiscal del ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez se adjudicó una casa con un valor de 12 millones de pesos y la remató, sin notificar al propietario, el señor Salatiel Morales, quien adquirió el inmueble hace 25 años, en la colonia Arboledas.

 

Su hijo, del mismo nombre, explicó que navegando por internet se enteró de casualidad que la vivienda que su padre construyó “con mucho esfuerzo” ahora tiene un nuevo dueño: el joven Bernabé Espinoza Córdova, de 34 años de edad.

 

La Coordinación de Política Fiscal, a cargo de Silvia Arely Díaz Santiago, se adjudicó el inmueble porque el propietario original dejó de pagar el impuesto predial los últimos años; la deuda —explicó Morales— era de 35 mil pesos, pero su papá nunca fue notificado como marca la ley, a pesar de que reside en la capital y su localización es fácil.

 

El inmueble tiene un valor aproximado de 12 millones de pesos porque está ubicado en una zona residencial, pero el ayuntamiento lo remató en un millón 190 mil pesos en un concurso “público” donde sólo participó Bernabé Espinoza, un joven que en el acta notarial dice ser originario de Ocosingo, con residencia en Tuxtla Gutiérrez y de ocupación, empleado.

 

Acompañado de su abogado Odilio Morales Zenteno, Morales destacó que para recuperar la propiedad promovió un juicio de amparo que está a unos días de resolverse; en defensa de su familia alega que nunca recibieron una notificación formal, por lo tanto, el remate es un acto arbitrario, desproporcionado e ilegal.