Es oficial: México es el país que más basura genera en América Latina (¿qué dice esto de nuestro consumismo?)

Escrito Por Ronda Politica ESTADO 0 El domingo abril 21, 2019

Esto tiene que ver con que seamos una cultura del desperdicio, y no de la transformación. Pero, ¿qué podemos hacer?

Si eres mexicano, eso significa que generas más basura que cualquier otro habitante de América Latina: aproximadamente 1.16 kilogramos al día. Mientras que el promedio mundial es de 0.74, y el promedio en el continente es de 0.87 kilogramos.

Estas son cifras del último informe del Banco Mundial, Un panorama mundial de la gestión de desechos sólidos hasta 2050. Según este informe, otros países del continente que son altamente contaminantes son Chile, Argentina, República Dominicana y Brasil.

¿Se debe esto, acaso, a que nuestras culturas son del desperdicio y no de la transformación?

Sin duda. Pero existen otros factores que debemos conocer.

Vale la pena repasar este peculiar ranking minuciosamente para saber dónde está lo que hace a estos países los que más basura generan en América Latina y, así, saber cuál es el chip que hace falta modificar, tanto en lo individual como en lo colectivo.

¿De qué depende que un país genere más basura?

Según John Morton, especialista en ambiente urbano del Banco Mundial, el caso de la generación de basura en las islas es sintomático. Se trata de zonas pequeñas pero con mucha población “flotante”, es decir: visitantes y turistas. Esto las hace tener un mayor número de actividades comerciales, elementos que ocasionan una elevada tasa de generación de basura. Esto explicaría que República Dominicana se encuentre en la posición 4 del ranking.

Morton señala también el nivel de ingresos como un factor clave para comprender el problema de la basura en América Latina:

Si la población tiene más dinero, su consumo será mayor y producirán más desechos.

Eso es algo cuestionable si se pone a la luz de otras cifras, también arrojadas por el Banco Mundial, sobre el salario mínimo en América Latina.

México se encuentra en el puesto 11 de este ranking, mientras que Argentina es el país donde el salario mínimo subió más en 2017. No obstante, esto empata con una aparatosa inflación que ha hecho que los argentinos disminuyan su consumo, según la organización Consumidores Libres.

El ingreso no es el único indicador

No hay manera de explicar por qué Argentina o México están en los primeros puestos de generación de basura, si sus habitantes se hallan en cada vez más dificultades para acceder a la canasta básica.

En ese sentido no debemos olvidar que otros países que, según el Banco Mundial, son grandes generadores de desechos, son aquellos que han funcionado como vertederos de la basura global. La llamada e-waste suele ir a parar al África subsahariana, que genera casi tanta basura como los países desarrollados y que, de acuerdo con el informe del Banco Mundial, triplicará el total de desechos anuales para 2050.

Así que el problema no es sólo de nosotros, los individuos, y ni siquiera es sólo de las naciones. Se trata de un complejo problema que requiere de una regulación internacional, pues las empresas transnacionales también tienen mucho que ver con la generación de basura en un país, y suelen ser menos responsables en otros países que en el de origen. Además, esto podría ayudar a regular el reciclaje en todos los países para que se convierta en una política pública.

Esto es fundamental, pues según estimaciones en el informe del Banco Mundial, en 2050 generaremos casi el doble de basura: 3,400 millones de toneladas al año, frente a las 2,010 que producimos en la actualidad. Una cifra sorprendente –y preocupante–, que ni siquiera ha sido contemplada en las predicciones de algunos expertos sobre cómo será el mundo en 2050.

Pero no dejes de contribuir

Pese a todo, no deja de ser urgente que como individuos nos comprometamos con el problema de la basura. Debemos hacernos de un mantra esencial: nada es un desperdicio, todo se transforma.

Aunque muchos de los países de América Latina, incluido México, no cuentan con regulaciones sobre reciclaje, nosotros podemos ir poniendo el ejemplo al separar nuestra basura. Sólo se necesita de tres botes: uno para orgánica, otro para inorgánica y otro para reciclable (latas, papel, cartón).

Con tu basura orgánica puedes hacer una composta casera facilísima. Así evitarás que los deshechos orgánicos, que representan el 52% de la basura, acaben en los vertederos y, mejor, la composta puede ser aprovechada por tus plantas. También puedes reutilizar algunos materiales, como los frascos de vidrio –que incluso puedes pintar y decorar–, y evitar en todo lo posible usar bolsas de plástico o empaques.

Recuerda que lo principal es reutilizar, y no sólo reciclar. Por eso, compra todo lo que puedas a granel, llevando tus propias bolsitas de tela. Lleva a todos lados una botella reutilizable de agua –de vidrio es mejor–, y evita el uso innecesario de objetos desechables como las servilletas –puedes llevar a todos lados tu propia servilleta de tela–.

Sé responsable con tu e-waste: aprende a separarla y busca dónde reciclarla. Y por favor, intenta no ser parte de la horrible tendencia que nos impone la obsolescencia programada, que busca orillarnos a comprar compulsivamente los contaminantes gadgets y productos tecnológicos. En lugar de eso, trata de usarlos lo más posible y no te dejes llevar por modas.

Vivir sin generar basura: nada es un desperdicio, todo se transforma

En tiempos de desechos masivos, existe una comunidad que propone lo opuesto: nada se desperdicia.

Imagina que el mínimo de basura que puedes generar durante 1 año quepa en este frasco.

Es posible, y de eso trata el Zero Waste (Cero desperdicio), una iniciativa que, más allá de acabar con el plástico, busca replantear el concepto de basura: nada es un desperdicio, todo se transforma. A partir de esta idea, cada vez son más aquellos que deciden replantearse su existencia y comenzar a reducir su basura a un pequeño frasco. Un verdadero logro para quienes buscan trascender desde dinámicas que impactan colectivamente.

En estos tiempos, en donde mucho de lo que se consume es desechable (servilletas de papel, móvil, envases de plástico, accesorios, entre otros), existe una comunidad que busca vivir a partir del principio opuesto: nada se desperdicia.

El movimiento Zero Waste cobra cada vez más fuerza y sentido en un mundo en el que, de acuerdo con el Banco Mundial, el nivel actual de residuos sólidos habrá aumentado en un 70% (de 1,300 millones de toneladas al año a 2,200 millones de toneladas) para el 2025.

Además de la iniciativa global, existe en cada país una necesidad de actuar para un futuro sustentable.

¿En qué consiste el Cero desperdicio?

Según la revista National Geographic, no se trata de que logres guardar toda tu basura en frascos, sino de que un frasco de máximo 500 mililitros sea suficiente para guardar toda la basura anual que no se pudo reutilizar, reciclar o renovar.

Muchas de las soluciones que propone el Cero Desperdicioson prácticas que eran comunes antes de la era de los plásticos y los productos desechables.

Ser Cero Desperdicio es pensar en servilletas de tela y pañuelos, vinagre y agua para limpiar, recipientes de vidrio o acero inoxidable para guardar las sobras y bolsas de tela para guardar alimentos.

Soluciones similares de la vieja escuela, que no producen desperdicios y son más baratas a largo plazo.

Bolsas de tela

La revista Yorokobu pone un ejemplo: tu abuela seguro iba a la tienda con su bolsa de tela. Además, en lugar de comprarla, es probable que se la hubiera hecho ella misma con retales de tela.

Comprar a granel

Las legumbres se compraban a granel, al peso y presentadas en grandes sacos de arpillera. En este caso, los sacos incluso pueden ser de plástico porque, como se reutilizan y generan menos residuos que los paquetes pequeños, el costo ecológico no es tan grande.

Comercio justo y responsable

Cada vez son más las tiendas que se suman al movimiento Cero Desperdicio. En la Ciudad de México, existe una tienda que busca “fomentar una vida más sana y más responsable con el medioambiente (…) trayendo sus propios recipientes y bolsas reutilizables”.

Suena difícil, pero puede lograrse, mediante cambios en los hábitos cotidianos. Es así como la comunidad Cero Desperdicio está reduciendo radicalmente su producción de desechos, mientras viven vidas más plenas.

Agentes de cambio

Blogueras como Kathryn Kellogg y Laura Singer, son un ejemplo de personas que, en pocos años, han logrado reducir su basura de tal manera que sus desperdicios sólidos quepan en un frasco de 500 mililitros por año o dos años.

Kellogg aprendió de Lauren Singer de Nueva York, autora del blog Trash is for Tossers. Singer comenzó a reducir su huella de desechos cuando era una estudiante de estudios ambientales en el 2012 y ha convertido el Cero Desperdicio en una carrera que le permite compartir su experiencia a través de conferencias y consultorías.

Principios Cero desperdicio (en orden de importancia)

  • Rehusar. No compres cosas envueltas o con muchas envolturas.
  • Reducir. No compres cosas que no necesitas.
  • Reutilizar. No dejes de usar los artículos desgastados, o compra productos usados.
  • Composta. Casi el 80% de los desperdicios son orgánicos.
  • Reciclar. Requiere un mayor esfuerzo, pero es mejor que permitir que las cosas se conviertan en basura.

El exceso de basura, lluvias y calles de la CDMX

Los basureros en la ciudad se llenan poco a poco y llegará el momento donde no haya territorio suficiente para tirar los 2 mil 600 millones de toneladas de basura que generan los habitantes diariamente.

Durante todo el año es indispensable que en la ciudad haya un buen sistema de drenaje, especialmente en la temporada de lluvias, y si no se lleva un control adecuado del mismo llega un momento donde el sistema colapsa.

La importancia de no tirar la basura en las calles es primordial pero si no existe una educación ambiental adecuada los problemas se siguen generando y los cambios no suceden. En México, por cada kilogramo de todo el desecho que se produce sólo el 41% puede aprovecharse; la mayoría es papel y cartón que representa el 34%, el plástico un 28%, vidrio 16% y el aluminio 5%.

Lo mejor que podemos hacer es depositar la basura donde debemos, hoy solo hay montones de basura que no se degrada, materiales que tardan hasta 400 años en ser procesados por la naturaleza. Una actividad que se ha practicado siempre es poner la basura bajo tierra, lo que a veces no se tiene en cuenta es que la basura no porque este enterrada quiere decir que ya no afecta, esta genera gases tóxicos, una fauna nociva por todos los químicos que podemos encontrar en los desechos, los cuales se transmiten a la tierra y por ende a los animales, las personas y los mantos acuíferos .

Los basureros en la ciudad se llenan poco a poco y llegará el momento donde no haya territorio suficiente para tirar los 2 mil 600 millones de toneladas de basura que generan los habitantes diariamente.

Muchas personas arrojan la basura con la justificación de que ellos pagan impuestos y pagan el salario de los barrenderos, pero se olvidan de los desechos que producen los distintos negocios y empresas alrededor de la ciudad. Actualmente ya algunas empresas se van sumando a contar con distintas certificaciones que refleja su ocupación con el ambiente pero aun así falta mucho camino por recorrer.

Debido a la falta de organización por parte del gobierno de la ciudad muchas colonias no cuentan con un depósito formal para deshacerse de sus desechos y terminan en la calle y eventualmente un porcentaje termina en el sistema de agua, obstruyendo el paso y provocando las inundaciones.

De acuerdo con datos del GDF, se cuenta con 2,200 camiones, 13 estaciones de transferencia, 3 plantas de selección y 12 plantas de composta para el tratamiento de los residuos sólidos, lo que para el director de Servicios Urbanos del Gobierno del Distrito Federal José Luis Terán Intriago es insuficiente, ya que faltan más camiones de recolección.

Las lluvias son necesarias para mantener el equilibrio ambiental, beneficiando bosques, ríos, lagos, animales, regiones rurales y muchos más, no es culpa de la lluvia que la ciudad, casas, transportes, desniveles, estacionamientos, y todas las infraestructuras que se ven dañadas se inunden, la lluvia es un fenómeno natural y necesario para que nuestro mundo funcione de la forma correcta.

Es importante considerar lo que actualmente vivimos como sociedad mexicana, que la ciudad se vea tan afectada por las acciones reflejadas y por la clara falta de educación ambiental que se observa diariamente. Es necesario poder implementar programas que apoyen esta difícil situación para contar con una ciudad limpia y libre de basura. Contar con un manejo adecuado de los desechos y no solo enterrar basura ni el problema. Sumando esfuerzos los cambios se generan y nos benefician a todos.