Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. – Durante el año 2017, la Fiscalía General del Estado (FGE), a través de la Fiscalía de Trata de Personas, realizó 58 operativos con el fin de combatir este delito en todas las regiones de la entidad.

Derivado de trabajos de campo y de investigación se clausuraron 58 bares, cantinas y centros nocturnos en diferentes municipios, y fueron rescatados 30 menores víctimas de trata.

Mismas que fueron atendidas por personal de la Fiscalía a través de atención psicológica para salvaguardar su integridad y, en su caso, ser repatriadas a sus países de origen.

Por otra parte, desde su creación la Fiscalía de Trata de Personas ha logrado el rescate de 666 víctimas, mientras que 327 personas han sido consignadas ante los Jueces obteniendo 62 sentencias condenatorias.

En estas acciones, participan elementos de la Policía Especializada de la FGE, Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSyPC), Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM), Policía Federal, Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y el Instituto Nacional de Migración (INM).

En otro punto, la Fiscalía de Trata de Personas ha realizado 28 pláticas y talleres en temas de prevención, en beneficio de 927 estudiantes de diferentes niveles educativos.

Así también, el 27 y 28 de noviembre la Fiscalía General del Estado (FGE) participó en la Primera Cumbre Hemisférica sobre Trata de Personas, llevada a cabo en la Ciudad de México, donde el Fiscal Raciel López Salazar señaló que uno de los grandes pasos que dio el estado de Chiapas es la conformación de la Comisión Intersecretarial para el Combate a este delito.

Sostuvo que la entidad fue de las primeras en sumarse a la campaña internacional “Corazón Azul”, promovida por la ONU, a través de la jornada “Chiapas pacta con el corazón”.

Y presentó tres propuestas:

Promover la prevención a través de la educación; Construir una política pública de difusión permanente y homologada, orientada a la sensibilización del fenómeno de Trata de Personas, en el ámbito hemisférico; e Impulsar una red de albergues anónimos homologados, que garanticen la seguridad y atención especializada a la víctima, con dignidad.

De acuerdo con esta cumbre, el delito se ha convertido, después del tráfico ilegal de armas y drogas, en uno de los más redituables para las organizaciones criminales que obtienen sus ganancias vulnerando los derechos a la vida, la libertad, la integridad física, la seguridad, la dignidad y el desarrollo personal de las víctimas.