La renegociación del TLCAN está en un punto muerto

Escrito Por Ronda Politica MUNDO 0 El jueves noviembre 23, 2017

Steve Verheul, jefe negociador de Canadá en las conversaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, habló con los reporteros en Ciudad de México, la semana pasada. CreditAlejandro Cegarra / Bloomberg

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WASHINGTON — La quinta ronda de conversaciones entre Estados Unidos, México y Canadá sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) concluyó el martes y los negociadores aún no consiguen ponerse de acuerdo sobre el futuro del pacto.

Después de una semana de reuniones en Ciudad de México, los funcionarios elaboraron más detalles técnicos del acuerdo comercial, pero apenas abordaron las profundas brechas entre los tres países en los temas más polémicos. Entre ellos se incluyen las normas para la fabricación de automóviles, la resolución de disputas comerciales y la emisión de contratos gubernamentales, así como una propuesta de cláusula de caducidad que exigiría que el TLCAN caduque automáticamente cada cinco años a menos que las partes voten para continuarlo.

La falta de progreso sustancial no es algo inesperado. Los principales negociadores de cada país no participaron en esta ronda de conversacionesfparé y decidieron que el personal técnico resolviera algunos aspectos antes de volver a tratar los temas candentes que han amenazado con desbaratar el pacto.

En la ronda de negociaciones celebrada en Washington, en octubre, las propuestas presentadas por Estados Unidos sobre los temas más controversiales causaron tensiones y despertaron los temores por la posible desaparición del tratado. Al final de la ronda, Estados Unidos pidió un paréntesis de un mes y extendió las conversaciones hasta el primer trimestre del próximo año para calmar las tensiones y mantener a los legisladores de Washington enfocados en la reforma fiscal.

Los negociadores estuvieron cerca de llegar a conclusiones en temas que incluyen a las empresas estatales y los procedimientos aduaneros. Pero la reunión de Ciudad de México no avanzó mucho en temas técnicos como las “reglas de origen”, que rigen las cantidades de un bien o producto que deben ser fabricadas en América del Norte para poder calificar a los aranceles nulos del acuerdo.

Canadá y México aún no han presentado contrapropuestas específicas a las solicitudes de Estados Unidos, incluso sobre automóviles, dijeron personas que tienen conocimiento de las conversaciones. Estados Unidos había pedido elevar el umbral de producción de automóviles al 85 por ciento, frente al 62,5 por ciento anterior, para calificar para el tratamiento libre de aranceles.

Y solicitó un nuevo requisito para que el 50 por ciento del valor de un carro se fabrique únicamente en Estados Unidos, una provisión en desacuerdo con las automotrices estadounidenses, que temen que aumente sus costos y los haga menos competitivos a nivel mundial.

En lugar de contrarrestar la propuesta, los funcionarios canadienses y mexicanos presentaron datos que muestran el daño que las disposiciones de Estados Unidos infligirían al sector automotriz de América del Norte.

Sobre otro tema espinoso, las compras gubernamentales, México hizo una propuesta que efectivamente bloquearía a las compañías estadounidenses para que provean bienes y servicios al gobierno mexicano.

Estados Unidos ha propuesto limitar la cantidad de contratos de su gobierno que las empresas canadienses y mexicanas pueden ganar, limitando el nivel de dólar por dólar al tamaño total de Canadá y los mercados mucho más pequeños de México.

A cambio, México propuso vincular los contratos de su gobierno con el tamaño de los tratos que las empresas mexicanas realmente han ganado bajo el TLCAN, dijo una persona familiarizada con las negociaciones. Dado que las empresas mexicanas han ganado pocos contratos —sino es que ninguno— en los últimos años, eso evitaría en gran medida que las empresas estadounidenses ganen contratos con el gobierno mexicano.

Moisés Kalach, ejecutivo de textiles que representa al sector privado mexicano en las negociaciones, añadió que aunque ha habido progreso en algunos temas técnicos todavía hay problemas con los procesos. Por ejemplo, la representación comercial de Estados Unidos (USTR, por su sigla en inglés) busca que el acuerdo renegociado expire cada cinco años a menos de que los tres países se pongan de acuerdo para renovarlo, algo que México y Canadá no quieren; han sugerido que se revise de manera quinquenal sin que expire automáticamente.

“Hay un sentimiento de que las posiciones del USTR son un poco inamovibles y que eso está deteniendo un poco el proceso”, dijo Kalach a reporteros.

Funcionarios mexicanos y canadienses, al igual que representantes industriales estadounidenses que dependen del acuerdo, esperan que la preocupación entre otros sectores en Estados Unidos ayude a mover el debate, aunque México y Canadá también se han preparado ante un posible desmoronamiento del TLCAN al establecer nuevos acuerdos comerciales con socios como China o reforzar pactos ya existentes.